Biografia

Adolf Hitler
 Adolf Hitler nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era el Imperio austrohúngaro. Nacido en una familia de clase media, su padre, Alois Hitler (1837–1903), fue un agente de aduanas. Su madre, Klara Pölzl (1860–1907), fue la tercera esposa de Alois. Hitler fue el tercer hijo de la pareja. Como los padres de Hitler eran primos, debieron obtener una dispensa papal para el matrimonio. De los cinco hijos de Alois y Klara, sólo Adolf y su hermana Paula llegaron a la edad adulta. El padre de Hitler también tuvo un hijo, Alois Jr., y una hija, Angela, con su segunda esposa.
Su padre, Alois Hitler, fue un hijo ilegítimo, por lo que durante los primeros 39 años de su vida llevó el apellido de su madre, Schicklgruber. En 1876, el padre de Alois, Johann Georg Hiedler, finalmente lo reconoció. En el siglo XIX eran comunes en Austria las variantes del apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler. La teoría del escritor Franz Jetzinger de que el apellido guarda relación con el checo Hidlar o Hidlarcek ha sido citada en la literatura en numerosas ocasiones,10 pero es actualmente rechazada: lo más probable es que todas esas variantes deriven de Hütte (choza), con lo que el apellido significaría algo así como «pequeño campesino» o «el que vive en una cabaña».
La propaganda de los Aliados explotó el apellido original de la familia de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Panfletos portando la frase «Heil Schicklgruber» fueron lanzados desde el aire sobre ciudades alemanas. Sin embargo, Adolf nació legalmente como Hitler; además, se encontraba también relacionado con Hiedler a través de su abuela materna, Johanna Hiedler.
El nombre Adolf viene del antiguo alto alemán y significa «lobo noble» (Adel=nobleza + wolf=lobo). De ahí que uno de los apodos de Hitler puestos por él mismo fuera Wolf o Herr Wolf —comenzó a usar este apodo a principios de los años 1920 y se le dirigían con él sólo los amigos íntimos (como «Tío Wolf» por los Wagner) hasta la caída del Tercer Reich. Los nombres de varios de sus cuarteles generales dispersos por toda Europa Continental (Wolfsschanze en Prusia Oriental, Wolfsschlucht en Francia, Werwolf en Ucrania, etc.) reflejan esto. Incluso Hitler sugirió a su hermana Paula que se cambiara de nombre durante los juegos Olímpicos en Garmisch y se mantuviera en estricto incógnito bajo el apellido Wolff, manteniendo su nombre si quería. Por sugerencia de Paula, se añadió el calificativo de Frau (Señora) para hacer menos sospechoso el cambio de nombre ante sus conocidos (haciendo ver que el cambio de nombre fuera debido a un matrimonio). Hitler era conocido como Adi por su familia y parientes más cercanos.
Hitler dijo que, de niño, era azotado a menudo por su padre. Años más tarde le dijo a su secretaria: «Entonces tomé la decisión de no llorar nunca más cuando mi padre me azotaba. Unos pocos días después tuve la oportunidad de poner a prueba mi voluntad. Mi madre, asustada, se escondió en frente de la puerta. En cuanto a mí, conté silenciosamente los golpes del palo que azotaba mi trasero».
Hitler nunca amó a Viena. Odiaba a su gente.
Sin embargo, su estadía en Viena fue muy importante. De acuerdo a Hitler, su antisemitismo se formó en esta ciudad; aunque su amigo Kubizek lo contradice, ya que asegura que Hitler ya era un profundo antisemita en Linz. No obstante, de acuerdo al propio testimonio de Hitler, sus ideas políticas y raciales fueron formadas, o por lo menos moldeadas, en esa ciudad. Hitler mismo reconocería que la ciudad le enseñó todo lo que tenía que saber en la vida:
En este período tomó forma dentro de mí una imagen universal y una filosofía que se convirtió en la base de todos mis actos. Además de lo que entonces creé, he tenido que aprender poco, y he tenido que cambiar nada.
En 1913 se trasladó a Múnich, probablemente para eludir el servicio militar en su país, ya que aparentemente no deseaba servir junto con eslavos y judíos, aunque también siempre se había sentido atraído por la prosperidad y fortaleza que mostraba el Imperio alemán, en contraste con el decadente Imperio austrohúngaro. Por su parte, Hitler declaró que abandonó Austria porque la mezcla de razas en Viena le causaba «repugnancia». No obstante, en 1914, fue localizado por las autoridades austríacas, quienes le exigieron que regresase a su país natal para el examen médico. Hitler viajó entonces a Salzburgo, donde fue examinado el 5 de febrero, pero fue declarado «no apto» para prestar servicio militar.

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